Marte (planeta)
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Para otros
usos de este término, véase Marte.
Marte. La Región de Schiaparelli. |
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49.562°
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1,850°
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286.537°
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227 939 100 km
(1,523679 UA)
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0.093315
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Elementos orbitales derivados
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206 669 000 km
(1,381497 UA)
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249 209 300 km
(1,665861 UA)
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Período orbital sideral
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686,971
días
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Período orbital sinódico
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779,96
días
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Velocidad orbital media
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24,077
km/s
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Radio orbital medio
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227.936.640
km (1,523662 UA)
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Características físicas
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3.9335 ±
0.0004 g/cm³
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Área de superficie
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144 798 500 km²
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6.794,4 km
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3,5–25,1"
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3,711 m/s²
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5,027 km/s
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24,6229
horas
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25,19°
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0,15
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Características atmosféricas
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0,636
(0,4–0,87) kPa
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Cuerpo celeste
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Anterior
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Siguiente
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Marte es el cuarto planeta del Sistema
Solar. Llamado así por el dios de la guerra de la mitología romana Marte, recibe a veces el apodo de Planeta rojo
debido a la apariencia rojiza que le confiere el óxido de hierro que domina su superficie.
Forma parte de los llamados planetas
telúricos (de naturaleza rocosa, como la Tierra) y es el planeta
interior más alejado del Sol. Es, en muchos aspectos, el más parecido a la Tierra.
Aunque en apariencia podría parecer un planeta muerto,
no lo es. Sus campos de dunas siguen siendo mecidos por el viento marciano, sus
casquetes polares cambian con las estaciones e incluso parece que hay algunos
pequeños flujos estacionales de agua.2
Tycho Brahe midió con gran precisión el movimiento de
Marte en el cielo. Los datos sobre el movimiento retrógrado aparente (los
llamados "lazos")nota 1
permitieron a Kepler hallar la naturaleza elíptica de su órbita y
determinar las leyes del movimiento planetario conocidas como leyes
de Kepler.
Forma parte de los planetas superiores a la Tierra,
que son aquellos que nunca pasan entre el Sol y la Tierra. Sus fases (porción
iluminada vista desde la Tierra) están poco marcadas, hecho que es fácil de
demostrar geométricamente. Considerando el triángulo Sol-Tierra-Marte, el ángulo
de fase es el que forman el Sol y la Tierra vistos desde Marte. Alcanza su
valor máximo en las cuadraturas cuando el triángulo STM es
rectángulo en la Tierra. Para Marte, este ángulo de fase no es nunca mayor de
42°, y su aspecto de disco giboso es análogo al que presenta la Luna 3,5 días antes o
después de la Luna llena. Esta fase, visible con un telescopio de
aficionado, no logró ser vista por Galileo,
quien sólo supuso su existencia.
Características físicas
Tiene forma ligeramente elipsoidal, con un
diámetro ecuatorial de 6794 km y polar de 6750 km. Medidas micrométricas muy
precisas han mostrado un achatamiento de 0,01, tres veces mayor que el de la
Tierra. A causa de este achatamiento, el eje de rotación está afectado por una
lenta precesión debida a la atracción del
Sol sobre el abultamiento ecuatorial del planeta. La precesión lunar, que en la
Tierra es dos veces mayor que la solar, no tiene su equivalente en Marte.
Con este diámetro, su volumen es de 15 centésimas el
terrestre y su masa solamente de 11 centésimas. En consecuencia, la densidad es
inferior a la de la Tierra: 3,94 en relación con el agua. Un cuerpo
transportado a Marte pesaría 1/3 de su peso en la Tierra, debido a la poca
fuerza gravitatoria.
Traslación y rotación
Rotación de
Marte (en movimiento retrógrado, no real), en la imagen el planeta da la rotación
en segundos, pero en la realidad tarda más de 24 horas.
Rotación
Se conoce con exactitud lo que tarda la rotación de
Marte debido a que las manchas que se observan en su superficie, oscuras y bien
delimitadas, son excelentes puntos de referencia. Fueron observadas por primera
vez en 1659 por Christiaan Huygens que asignó a su rotación la
duración de un día. En 1666,
Giovanni
Cassini la fijó en 24 h 40 min, valor muy aproximado al verdadero.
Trescientos años de observaciones de Marte han dado por resultado establecer el
valor de 24 h 37 min 22,7 s para el día sideral (el periodo de rotación
de la Tierra es de 23 h 56 min 4,1 s). Marte rota en sentido antihorario, al
igual que la Tierra.4
De la duración del día
sideral se deduce que el día solar tiene en Marte una duración de 24
h 39 min 35,3 s.
El día solar medio o tiempo entre dos pasos
consecutivos del Sol
medio por el meridiano del lugar, dura 24 h 41 min 18,6 s. El día solar en
Marte tiene, igual que el de la Tierra, una duración variable, lo cual se debe a que
los planetas siguen órbitas elípticas alrededor del Sol que no se recorren
con uniformidad. No obstante, en Marte la variación es mayor por su elevada
excentricidad.
Para mayor comodidad operativa, los responsables de
las misiones norteamericanas de exploración de Marte mediante sondas
robóticas han decidido unilateralmente dar al día marciano el nombre de sol,
pese a tener otros significados en otros idiomas ("suelo" en francés;
o el nombre de nuestra estrella en español).
Traslación
El año marciano dura 687 días terrestres o 668.6
soles. Un calendario marciano podría constar de dos años de 668 días por cada
tres años de 669 días.
Oblicuidad orbital
Los polos de Marte están señalados por dos casquetes
polares de color blanco deslumbrante, que han facilitado mucho la determinación
del ángulo que forma el ecuador del planeta con el plano de su órbita, ángulo
equivalente para Marte a la oblicuidad de la eclíptica
en la Tierra.
Las medidas hechas por Camichel sobre clichés obtenidos en el observatorio
francés del Pic du Midi, han dado para este
ángulo 24° 48’. Desde la exploración espacial se acepta un valor de 25,19°[cita requerida], un poco
mayor que la oblicuidad de la eclíptica (23° 27’),
motivo por el cual, Marte tiene períodos estacionales similares a los de la Tierra,
aunque sus estaciones son más largas, dado que un año marciano es casi dos
veces más largo que un año terrestre.
Geología
La ciencia que estudia la superficie de Marte se llama
areografía
(no confundir
con aerografía), nombre que proviene de Ares (dios de la guerra
entre los griegos).
Marte es un planeta notablemente más pequeño que la
Tierra. Sus principales características, en proporción con las del globo
terrestre, son las siguientes: diámetro 53%, superficie 28%, masa 11%. Como los
océanos cubren alrededor del 70% de la superficie terrestre y Marte carece de
mares, ambos planetas poseen aproximadamente la misma cantidad de superficie
pisable.
La superficie de Marte presenta características
morfológicas tanto de la Tierra como de la Luna: cráteres de
impacto, campos de lava, volcanes, cauces secos de ríos y dunas de arena. Su
composición es fundamentalmente basalto volcánico con un alto contenido en óxidos de hierro
que proporcionan el característico color rojo de la superficie. Por su
naturaleza, se asemeja a la limonita, óxido de hierro muy hidratado. Así como en las
cortezas de la Tierra y de la Luna predominan los silicatos y los aluminatos,
en el suelo de Marte son preponderantes los ferrosilicatos. Sus tres
constituyentes principales son, por orden de abundancia, el oxígeno, el silicio
y el hierro. Contiene: 20,8% de sílice, 13,5% de hierro, 5% de aluminio, 3,8%
de calcio, y también titanio y otros componentes menores.
Marte
observado por el telescopio espacial Hubble.
- Desde la Tierra, mediante telescopios, se observan unas manchas oscuras y brillantes que no se corresponden a accidentes topográficos sino que aparecen si el terreno está cubierto de polvo oscuro (manchas de albedo). Éstas pueden cambiar lentamente cuando el viento arrastra el polvo. La mancha oscura más característica es Syrtis Major, una pendiente menor del 1% y sin nada resaltable.
- La superficie de Marte presenta también unas regiones brillantes de color naranja rojizo, que reciben el nombre de desiertos, y que se extienden por las tres cuartas partes de la superficie del planeta, dándole esa coloración rojiza característica. Estos desiertos en realidad se asemejan más a un inmenso pedregal, ya que el suelo se halla cubierto de piedras, cantos y bloques.
- Un enorme escalón, cercano al ecuador, divide a Marte en dos regiones claramente diferenciadas: un norte llano, joven y profundo y un sur alto, viejo y escarpado, con cráteres similares a las regiones altas de la Luna. En contraste, el hemisferio norte tiene llanuras mucho más jóvenes, y con una historia más compleja. Parece haber una brusca elevación de varios kilómetros en el límite. Las razones de esta dicotomía global son desconocidas.
- Hay cráteres de impacto distribuidos por todo Marte, pero en el hemisferio sur hay una vieja altiplanicie de lava basáltica semejante a los mares de la Luna, sembrada de cráteres de tipo lunar. Sin embargo el aspecto general del paisaje marciano difiere al que presenta nuestro satélite como consecuencia de la existencia de atmósfera. En concreto, el viento cargado de partículas sólidas produce una ablación que, en el curso de los tiempos geológicos, ha arrasado muchos cráteres. Éstos son, por consiguiente, mucho menos numerosos que en la Luna y la mayor parte de ellos tienen las murallas más o menos desgastadas por la erosión. Por otra parte, los enormes volúmenes de polvo arrastrados por el viento cubren los cráteres menores, las anfractuosidades del terreno y otros accidentes poco importantes del relieve. Entre los cráteres de impacto destacados del hemisferio sur está la cuenca de impacto Hellas Planitia, con 6 km de profundidad y 2000 km de diámetro. Muchos de los cráteres de impacto más recientes tienen una morfología que sugiere que la superficie estaba húmeda o llena de barro cuando ocurrió el impacto.
- El campo magnético marciano es muy débil, con un valor de unas 2 milésimas del terrestre y polaridad invertida respecto a la de la Tierra.
Geografía
Véase
también: Geografía de Marte.
Mapa
topográfico de Marte. Accidentes notables: Volcanes de Tharsis al oeste
(incluyendo el Monte Olimpo), Valles Marineris al este de Tharsis, y
Hellas en el hemisferio sur.
La superficie de Marte conserva las huellas de grandes
cataclismos que no tienen equivalente en la Tierra:
Una característica del hemisferio norte, es la
existencia de un enorme abultamiento que contiene el complejo volcánico de Tharsis.
En él se encuentra el Monte Olimpo, el mayor volcán del Sistema
Solar. Tiene una altura de 25 km (más de dos veces y media la altura del Everest
sobre un globo mucho más pequeño que el de la Tierra) y su base tiene una
anchura de 600 km. Las coladas de lava han creado un zócalo cuyo borde forma un acantilado de 6 km
de altura. Hay que añadir la gran estructura colapsada de Alba Patera.
Las áreas volcánicas ocupan el 10% de la superficie del planeta. Algunos
cráteres muestran señales de reciente actividad y tienen lava petrificada en
sus laderas. A pesar de estas evidencias, no fue hasta mayo de 2007 cuando el Spirit, descubrió,
con un grado alto de certeza, el primer depósito volcánico signo de una antigua
actividad volcánica en la zona denominada Home Plate [1], (una
zona con lecho rocoso de unos dos metros de altura y fundamentalmente
basáltica, que debió formarse debido a flujos de lava en contacto con el agua
líquida), situada en la base interior del cráter Gusev. Una de las mejores
pruebas es la que los investigadores llaman "bomb sag" (la marca de la
bomba). Cuando se encuentran la lava y el agua, la explosión lanza trozos de
roca por el aire. Uno de esos trozos que explotan en el aire vuelve a caer y se
encaja en depósitos más blandos.
Valle
Marineris
El Monte Olimpo visto desde la órbita de Marte.
Cercano al Ecuador y con una longitud de 2.700 km, una
anchura de hasta 500 km y una profundidad de entre 2 y 7 km, Valles
Marineris es un cañón que deja pequeño al Cañón
del Colorado. Se formó por el hundimiento del terreno a causa de la
formación del abultamiento de Tharsis.5
Hay una clara evidencia de erosión en varios lugares
de Marte tanto por el viento como por el agua. Existen en la superficie largos
valles sinuosos que recuerdan lechos de ríos (actualmente secos pues el agua
líquida no puede existir en la superficie del planeta en las actuales condiciones
atmosféricas). Esos inmensos valles pueden ser el resultado de fracturas a lo
largo de las cuales han corrido raudales de lava y, más tarde, de agua.
La superficie del planeta conserva verdaderas redes
hidrográficas, hoy secas, con sus valles sinuosos entallados por las aguas de
los ríos, sus afluentes, sus brazos, separados por bancos de aluviones que han
subsistido hasta nuestros días. Todos estos detalles de la superficie sugieren
un pasado con otras condiciones ambientales en las que el agua causó estos
lechos mediante inundaciones catastróficas. Algunos sugieren la existencia, en
un pasado remoto, de lagos e incluso de un vasto océano en la región boreal del
planeta. Todo parece indicar que fue hace unos 4.000 millones de años y por un
breve período, en la denominada era Noeica.
Al igual que la Luna y Mercurio, Marte no presenta tectónica de placas activa, como la Tierra. No
hay evidencias de movimientos horizontales recientes en la superficie tales
como las montañas por plegamiento tan comunes en la Tierra. No obstante la Mars Global Surveyor en órbita alrededor de
Marte ha detectado en varias regiones del planeta extensos campos magnéticos de
baja intensidad. Este hallazgo inesperado de un probable campo magnético
global, activo en el pasado y hoy desaparecido, puede tener interesantes
implicaciones para la estructura interior del planeta.
Aproximación
a la imagen de colores reales, tomada por el Mars Exploration Rover Opportunity,
muestra la vista del cráter Victoria desde Cabo Verde. Fue capturada
durante un período de tres semanas, desde el 16 de octubre hasta el 6 de
noviembre de 2006.
Recientemente, estudios realizados con ayuda de las
sondas Mars Reconnaissance Orbiter y Mars Global Surveyor han mostrado que muy
posiblemente el hemisferio norte de Marte es una enorme cuenca de impacto de
forma elíptica conocida cómo Cuenca Borealis de 8500 kilómetros de diámetro que
cubre un 40% de la superficie del planeta -la mayor del Sistema Solar,
superando con mucho a la Cuenca Aitken de la Luna- que pudo haberse formado
hace 3900 millones de años por el impacto de un objeto de 2000 kilómetros de
diámetro. Posteriormente a la formación de dicha cuenca se formaron volcanes
gigantes a lo largo de su borde, que han hecho difícil su identificación.6
Características atmosféricas
Véase
también: Ionosfera marciana.
Ionograma de
la ionosfera marciana realizado por el radar MARSIS
de la Mars
Express.
La atmósfera de Marte es muy tenue, con una presión superficial
de sólo 7 a 9 hPa
frente a los 1013 hPa de la atmósfera
terrestre. Esto representa una centésima parte de la terrestre. La presión
atmosférica varía considerablemente con la altitud, desde
casi 9 hPa en las depresiones más profundas, hasta 1 hPa en la
cima del Monte Olimpo. Su composición es
fundamentalmente: dióxido de carbono (95,3%) con un 2,7% de nitrógeno,
1,6% de argón
y trazas de oxígeno molecular (0,15%) monóxido de carbono (0,07%) y vapor de agua (0,03%). La
proporción de otros elementos es ínfima y escapa su dosificación a la
sensibilidad de los instrumentos hasta ahora empleados. El contenido de ozono
es 1000 veces menor que en la Tierra, por lo que esta capa, que se encuentra a
40 km de altura, es incapaz de bloquear la radiación ultravioleta.
La atmósfera es lo bastante densa como para albergar
vientos muy fuertes y grandes tormentas de polvo que, en ocasiones, pueden
abarcar el planeta entero durante meses. Este viento es el responsable de la
existencia de dunas de arena en los desiertos marcianos. La nubes pueden
presentarse en tres colores: blancas, amarillas y azules. Las nubes blancas son
de vapor de agua condensada o de dióxido de carbono en latitudes polares. Las
amarillas, de naturaleza pilosa, son el resultado de las tormentas de polvo y
están compuestas por partículas de tamaño en torno a 1 micra. La bóveda celeste marciana
es de un suave color rosa salmón debido a la dispersión de la luz por los
granos de polvo muy finos procedentes del suelo ferruginoso.
En invierno, en las latitudes medias, el vapor de agua
se condensa en la atmósfera y forma nubes ligeras de finísimos cristales de
hielo. En las latitudes extremas, la condensación del anhídrido carbónico forma
otras nubes que constan de cristales de nieve carbónica.
La débil atmósfera marciana produce un efecto
invernadero que aumenta la temperatura superficial unos 5 grados; mucho menos
que lo observado en Venus y en la Tierra.
La atmósfera marciana ha sufrido un proceso de
evolución considerable por lo que es una atmósfera de segunda generación. La
atmósfera primigenia, formada poco después que el planeta, ha dado paso a otra,
cuyos elementos provienen de la actividad geológica del planeta. Así, el
vulcanismo vierte a la atmósfera determinados gases, entre los cuales
predominan el gas carbónico y el vapor de agua. El primero queda en la
atmósfera, en tanto que el segundo tiende a congelarse en el suelo frío. El nitrógeno
y el oxígeno
no son producidos en Marte más que en ínfimas proporciones. Por el contrario,
el argón es
relativamente abundante en la atmósfera marciana. Esto no es de extrañar: los
elementos ligeros de la atmósfera (hidrógeno,
helio, etc.) son
los que más fácilmente se escapan en el espacio interplanetario dado que sus
átomos y moléculas alcanzan la velocidad de escape; los gases más pesados
acaban por combinarse con los elementos del suelo; el argón, aunque
ligero, es lo bastante pesado como para que su escape hidrodinámico hacia el espacio
interplanetario sea difícil y, por otra parte, al ser un gas neutro o inerte,
no se combina con los otros elementos por lo que va acumulándose con el tiempo.
Distribución
desigual del gas metano en la atmósfera de Marte.7
En los inicios de su historia, Marte pudo haber sido
muy parecido a la Tierra. Al igual que en nuestro planeta la mayoría de su
dióxido de carbono se utilizó para formar carbonatos en las rocas. Pero al
carecer de una tectónica de placas es incapaz de reciclar hacia la atmósfera
nada de este dióxido de carbono y así no puede mantener un efecto invernadero
significativo.
No hay cinturón de radiación,
aunque sí hay una débil ionosfera que tiene su máxima densidad
electrónica a 130 km de altura.
Aunque no hay evidencia de actividad volcánica actual,
recientemente la nave europea Mars
Express y medidas terrestres obtenidas por el telescopio Keck desde la
Tierra han encontrado trazas de gas metano en una
proporción de 10 partes por 1000 millones. Este gas sólo puede tener un origen
volcánico o biológico. El metano no puede permanecer mucho tiempo en la
atmósfera; se estima en 400 años el tiempo en desaparecer de la atmósfera de
Marte, ello implica que hay una fuente activa que lo produce. La pequeña
proporción de metano detectada, muy poco por encima del límite de sensibilidad
instrumental, impide por el momento dar una explicación clara de su origen, ya
sea volcánico y/o biológico.7
La misión del aterrizador Mars Science Laboratory incluirá equipo
para comparar las proporciones de los isótopos C-12, C-13, y C-14 presentes en
dióxido de carbono y en metano, para así determinar el origen del metano.
El agua en Marte
El punto de ebullición depende de la presión y si ésta
es excesivamente baja, el agua no puede existir en estado líquido. Eso es lo
que ocurre en Marte: si ese planeta tuvo abundantes cursos de agua fue porque
contaba también con una atmósfera mucho más densa que proporcionaba también
temperaturas más elevadas. Al disiparse la mayor parte de esa atmósfera en el
espacio, y disminuir así la presión y bajar la temperatura, el agua desapareció
de la superficie de Marte. Ahora bien, subsiste en la atmósfera, en estado de
vapor, aunque en escasas proporciones, así como en los casquetes polares,
constituidos por grandes masas de hielos perpetuos.
Todo permite suponer que entre los granos del suelo
existe agua congelada, fenómeno que, por lo demás, es común en las regiones muy
frías de la Tierra. En torno de ciertos cráteres marcianos se observan unas
formaciones en forma de lóbulos cuya formación solamente puede ser explicada
admitiendo que el suelo de Marte está congelado. También se dispone de
fotografías de otro tipo de accidente del relieve perfectamente explicado por
la existencia de un gelisuelo. Se trata de un hundimiento del suelo de cuya
depresión parte un cauce seco con la huella de sus brazos separados por bancos
de aluviones.
Se encuentra también en paredes de cráteres o en
valles profundos donde no incide nunca la luz solar, accidentes que parecen
barrancos formados por torrentes de agua y los depósitos de tierra y rocas
transportados por ellos. Sólo aparecen en latitudes altas del hemisferio Sur.
La comparación con la geología terrestre sugiere que
se trata de los restos de un suministro superficial de agua similar a un
acuífero. De hecho, la sonda Mars Reconnaissance Orbiter ha detectado grandes glaciares
enterrados con extensiones de docenas de kilómetros y profundidades del orden
de 1 kilómetro, los cuales se extienden desde los acantilados y las laderas de
las montañas y que se hallan a latitudes más bajas de lo esperado. Esa misma
sonda también ha descubierto que el hemisferio norte de Marte tiene un mayor
volumen de agua helada.8
Otra prueba a favor de la existencia de grandes
cantidades de agua en el pasado marciano, en la forma de océanos que cubrían
una tercera parte del planeta ha sido dada por el espectrómetro de rayos gamma
de la sonda Mars Odyssey, el cual ha delimitado lo que parece ser
las líneas de costa de dos antiguos océanos.9
También subsiste agua marciana en la atmósfera del
planeta, aunque en proporción tan ínfima (0,01%) que, de condensarse totalmente
sobre la superficie de Marte, formaría sobre ella una película líquida cuyo
espesor sería aproximadamente de la centésima parte de un milímetro. A pesar de
su escasez, ese vapor de agua participa de un ciclo anual. En Marte, la presión
atmosférica es tan baja que el vapor de agua se solidifica en el suelo, en
forma de hielo, a la temperatura de –80 °C. Cuando la temperatura se eleva
de nuevo por encima de ese límite el hielo se sublima, convirtiéndose en vapor
sin pasar por el estado líquido.
El análisis de algunas imágenes muestra lo que parecen
ser gotas de agua líquida que salpicaron las patas de la sonda Phoenix
tras su aterrizaje.10
Casquetes polares
Polo norte
de Marte
Animación de
una zanja excavada el día 15 de junio de 2008 por la sonda
Phoenix cerca del Polo Norte de Marte. Unos trozos de material subliman en
la esquina inferior izquierda.
La superficie del planeta presenta diversos tipos de
formaciones permanentes, entre las cuales las más fáciles de observar son dos
grandes manchas blancas situadas en las regiones polares, una especie de casquetes
polares del planeta. Cuando llega la estación fría, el depósito de hielo
perpetuo empieza por cubrirse con una capa de escarcha debido a la condensación
del vapor de agua atmosférico. Luego, al seguir bajando la temperatura
desaparece el agua congelada bajo un manto de nieve carbónica que extiende al
casquete polar hasta rebasar a veces el paralelo de los 60°. Ello es así porque
se congela parte de la atmósfera de CO2. Recíprocamente en el
hemisferio opuesto, la primavera hace que la temperatura suba por encima de
–120 °C, lo cual provoca la sublimación de la nieve carbónica y el
retroceso del casquete polar; luego, cuando el termómetro se eleva a más de –
80 °C, se sublima, a su vez, la escarcha; sólo subsisten entonces los
hielos permanentes, pero ya el frío vuelve y éstos no sufrirán una ablación
importante.
La masa de hielo perpetuo tiene un tamaño de unos 100 km de diámetro y
unos 10 m de espesor. Así pues los casquetes polares están formados por una
capa muy delgada de hielo de CO2 ("hielo seco") y quizá
debajo del casquete Sur
haya hielo de agua. En cien años de observación el casquete polar Sur ha desaparecido
dos veces por completo, mientras el Norte no lo ha hecho nunca.
Los casquetes polares muestran una estructura
estratificada con capas alternantes de hielo y distintas cantidades de polvo
oscuro.
La masa total de hielo del casquete polar Norte equivale
a la mitad del hielo que existe en Groenlandia.
Además el hielo del polo Norte de Marte se asienta sobre una gran depresión del
terreno estando cubierto por «hielo seco».
El 19 de junio de 2008 la NASA afirmó que la
sonda Phoenix debió haber encontrado hielo al realizar una
excavación cerca del Polo Norte de Marte. Unos trozos de material sublimaron
después de ser descubiertos el 15 de junio por un brazo de robot.11
12
El 31 de julio de 2008 la NASA confirma que una de las
muestras de suelo marciano introducidas en uno de los hornos del TEGA (Thermal
and Evolved-Gas Analyzer), un instrumento que forma parte de la sonda,
contenía hielo de agua.13
Géisers en el polo sur
"Manchas
oscuras" en las dunas del polo sur de Marte.
Concepto de
la NASA: "Geysers on Mars". Las manchas son
producto de erupciones frías de hielo subterráneo que ha sublimado.
Durante 1998-1999, el sistema orbital Mars Global Surveyor de la NASA detectó
manchas oscuras en las dunas de la capa de hielo del polo sur, entre las latitudes 60°-
80°. La peculiaridad de estas manchas, es que el 70% de ellas recurre
anualmente en el mismo lugar del año anterior. Las manchas de las dunas
aparecen al principio de cada primavera y desaparecen al principio de cada
invierno, por lo que un equipo de científicos de Budapest, ha propuesto que
estas manchas podrían ser de origen biológico y de carácter extremófilo.14
15
Por su parte, la NASA ha concluído que las manchas son
producto de erupciones frías de géisers, los cuales son alimentados no por
energía geotérmica sino por energía solar. Científicos de la NASA explican que
la luz del sol calienta el interior del hielo polar y lo sublima a una
profundidad máxima de 1 metro, creando una red de túneles horizontales con gas
de dióxido de carbono (CO2) bajo presión. Eventualmente, el gas
escapa por una fisura y acarrea consigo partículas de arena basáltica a la
superficie.16
17
18
19
20
Climatología
Véase
también: Clima
de Marte.
No se dispone todavía de datos suficientes sobre la
evolución térmica marciana. Por hallarse Marte mucho más lejos del Sol que la
Tierra, sus climas son más fríos, y tanto más por cuanto la atmósfera, al ser
tan tenue, retiene poco calor: de ahí que la diferencia entre las temperaturas
diurnas y nocturnas sea más pronunciada que en nuestro planeta. A ello
contribuye también la baja conductividad térmica del suelo marciano.
La temperatura en la superficie depende de la latitud y
presenta variaciones estacionales. La temperatura media superficial
es de unos 218 K
(-55 °C). La variación diurna de las temperaturas es muy elevada como
corresponde a una atmósfera tan tenue. Las máximas diurnas, en el ecuador y en
verano, pueden alcanzar los 20 °C o más, mientras las mínimas nocturnas
pueden alcanzar fácilmente -80 °C. En los casquetes polares, en invierno
las temperaturas pueden bajar hasta -130 °C.
Enormes tormentas de polvo, que persisten durante
semanas e incluso meses, oscureciendo todo el planeta pueden surgir de repente.
Están causadas por vientos de más de 150 km/h. Dichas tormentas pueden alcanzar
dimensiones planetarias.
Durante un año marciano parte del CO2 de la
atmósfera se condensa en el hemisferio donde es invierno, o se sublima del polo
a la atmósfera cuando es verano. En consecuencia la presión atmosférica tiene
una variación anual.
Las estaciones en Marte
Estaciones
en Marte.
Al igual que en la Tierra, el ecuador marciano está
inclinado respecto al plano de la órbita un ángulo de 25°,19. La primavera
comienza en el hemisferio Norte en el equinoccio
de primavera cuando el Sol atraviesa el punto
Vernal pasando del hemisferio Sur al Norte (Ls=0 y creciendo). En el caso
de Marte esto tiene también un sentido climático. Los días y las noches duran
igual y comienza la primavera en el hemisferio Norte. Esta dura hasta que
LS=90° solsticio
de verano en que el día tiene una duración máxima en el hemisferio Norte y
mínima en el Sur.
Análogamente, Ls = 90°, 180°, y 270° indican para el
hemisferio Norte el solsticio de verano, equinoccio
otoñal, y el solsticio invernal, respectivamente mientras que en el hemisferio
Sur es al revés. Por ser la duración del año marciano aproximadamente doble que
el terrestre también lo es la duración de las estaciones.
La diferencia entre sus duraciones es mayor porque la
excentricidad de la órbita marciana es mucho mayor que la terrestre. La
comparación con las estaciones terrestres muestra que, así como la duración de
éstas difiere a lo sumo en 4,5 días, en Marte, debido a la gran excentricidad
de la órbita, la diferencia llega a ser primeramente de 51 soles.
Actualmente el hemisferio Norte goza de un clima más
benigno que el hemisferio Sur. La razón es evidente: el hemisferio Norte tiene
otoños e inviernos cortos y además cuando el Sol está en el perihelio lo cual
dada la excentricidad de la órbita del planeta, hace que sean más benignos.
Además la primavera y el verano son largos, pero estando el Sol en el afelio
son más fríos que los del hemisferio Sur. Para el hemisferio Sur la situación
es la inversa. Hay pues una compensación parcial entre ambos hemisferios debido
a que las estaciones de menos duración tienen lugar estando el planeta en el
perihelio y entonces recibe del Sol más luz y calor. Debido a la retrogradación
del punto Vernal y al avance del perihelio, la situación se va decantando cada
vez más.
Clima marciano en el pasado
Hay un gran debate respecto a la historia pasada de
Marte. Para unos, Marte albergó en un pasado grandes cantidades de agua y tuvo
un pasado cálido, con una atmósfera mucho más densa, el agua fluyendo por la
superficie y excavando los grandes canales que surcan su superficie.
La orografía de Marte presenta un hemisferio norte que
es una gran depresión y donde los partidarios de Marte húmedo sitúan al Oceanus Borealis, un mar cuyo
tamaño sería similar al Mar Mediterráneo.
El agua de la atmósfera marciana posee cinco veces más
deuterio que
en la Tierra. Esta anomalía, también registrada en Venus, se interpreta como
que los dos planetas tenían mucha agua en el pasado pero que acabaron
perdiéndola.
Los recientes descubrimientos del robot de la NASA Opportunity,
avalan la hipótesis de un pasado húmedo.
A finales de 2005 surgió la polémica sobre las
interpretaciones dadas a determinadas formaciones de rocas que exigían la
presencia de agua, proponiéndose una explicación alternativa que rebajaba la
necesidad de agua a cantidades mucho menores y reducía el gran mar o lago
ecuatorial a una simple charca donde nunca había existido más de un palmo de
agua salada. Algunos científicos han criticado el hecho de que la NASA sólo
investiga en una dirección buscando evidencias de un Marte húmedo y descartando
las demás hipótesis.
Así pues tendríamos en Marte tres eras. Durante los
primeros 1000 millones de años un Marte calentado por una atmósfera que
contenía gases de efecto invernadero suficientes para que el agua fluyese por
la superficie y se formaran arcillas, la era Noeica que sería el anciano
reducto de un Marte húmedo y capaz de albergar vida. La segunda era duró de los
3800 a los 3500 millones de años y en ella ocurrió el cambio climático, y la
era más reciente y larga que dura casi toda la historia del planeta y que se
extiende de los 3500 millones de años a la actualidad con un Marte tal como lo
conocemos en la actualidad frío y seco.[cita requerida]
En resumen el paradigma de
un Marte húmedo que explicaría los accidentes orográficos de Marte está dejando
paso al paradigma de un Marte seco y frío donde el agua ha tenido una
importancia mucho más limitada.
Órbita
La órbita de Marte es muy excéntrica (0,09): entre su afelio y su perihelio, la
distancia del planeta al Sol difiere en unos 42,4 millones de kilómetros.
Gracias a las excelentes observaciones de Tycho Brahe,
Kepler
se dio cuenta de esta separación y llegó a descubrir la naturaleza elíptica de
las órbitas planetarias consideradas hasta entonces como circulares.
Este efecto tiene una gran influencia en el clima
marciano, la diferencia de distancias al Sol causa una variación de temperatura
de unos 30 °C en el punto subsolar entre el afelio y el perihelio.
Si dentro de esa órbita se dibuja la de la Tierra,
cuya elipse es mucho menos alargada, puede observarse también que la distancia
de la Tierra a Marte se halla sujeta a grandes variaciones. En el momento de la
conjunción, es decir, cuando el Sol está
situado entre ambos planetas, la distancia entre éstos puede ser de 399
millones de kilómetros y el diámetro aparente de Marte es de 3,5". Durante
las oposiciones más favorables esa distancia
queda reducida a menos de 56 millones de kilómetros y el diámetro aparente de
Marte es de 25", alcanzando una magnitud de -2,8 (siendo entonces el planeta
más brillante con excepción de Venus).
Dada la pequeñez del globo marciano, su observación telescópica presenta
interés especialmente entre los períodos que preceden y siguen a las
oposiciones.
Satélites naturales
Véase
también: Satélites de Marte.
Fobos y
Deimos (comparación de tamaño)
Marte posee dos pequeños satélites naturales, llamados
Fobos y Deimos. Su órbita está muy próxima al planeta. Se
cree que son dos asteroides capturados.
Ambos satélites fueron descubiertos en 1877 por Asaph Hall.
Sus nombres fueron puestos en honor a los personajes
de la mitología griega que acompañaban a Ares (Marte para la mitología romana).
Desde la superficie de Marte, Deimos, el más lejano y
pequeño sale por el este como la Luna. Sin embargo, Fobos, más grande y
cercano, se mueve alrededor del planeta más rápido de lo que el mismo planeta
rota. Por este motivo aparece en el occidente, se mueve comparativamente, en
forma rápida a través del cielo (en 4 horas 15 minutos o menos) y se pone al
este, aproximadamente dos veces por cada día marciano (cada 11 horas y 6
minutos).
Asteroides troyanos
Marte posee, como Júpiter, algunos asteroides
troyanos en los puntos de Lagrange L4 y L5; los tres asteroides reconocidos
oficialmente por la Unión Astronómica Internacional y
el Minor Planet Center son: 5261 "Eureka", 101429 VF31 y el 121514 UJ7. También se han
descubierto en Marte los siguientes asteroides troyanos: 1999 UJ7 (en el punto
L 4),1998 VF31, 2001 DH47, 2001 FG24, y 2001 FR127 (en el punto L 5). Los
asteroides coorbitales 1998 QH56 y 1998 SD4 no se consideran como Troyanos porque
no son estables y serán alejados por la gravitación de Marte en los próximos
500 000 años.
Vida
Véase
también: Vida en
Marte.
Las teorías actuales que predicen las condiciones en
las que se puede encontrar vida, requieren la disponibilidad de agua en estado líquido.
Es por ello tan importante su búsqueda, todavía no hallada en este planeta. Tan
solo se ha podido encontrar agua en estado sólido (hielo) y se especula que
bajo tierra pueden darse las condiciones ambientales para que el agua se
mantenga en estado líquido.
Trazas de gas metano fueron
detectadas en la atmósfera de Marte en 200321
22
23
24
25
lo cual es considerado un misterio, ya que bajo las condiciones atmosféricas de
Marte y la radiación solar, el metano es inestable y
desaparece después de varios años, lo que indica que debe de existir en Marte
una fuente productora de metano que mantiene esa concentración en su atmósfera,
y que produce un mínimo de 150 toneladas de metano cada año.26
27
Se planea que la futura sonda Mars Science Laboratory, incluya un espectrómetro de masas capaz de medir la
diferencia entre 14C y 12C
para determinar si el metano es de origen biológico o geológico.28
No obstante, en el pasado existió agua líquida en
abundancia y una atmósfera más densa y protectora; éstas son las condiciones
que se creen más favorables que hubo de desarrollarse la vida en Marte. El meteorito ALH84001
que se considera originario de Marte, fue encontrado en la Antártida
en diciembre de 1984 por un grupo de investigadores del proyecto ANSMET y algunos
investigadores consideran que las formas regulares podrían ser microorganismos fosilizados.29
30
31
Observación
Cristian Huygens hizo las primeras observaciones de
áreas oscuras en la superficie de Marte en 1659, y también fue uno de los
primeros en detectar los casquetes polares. Otros astrónomos que contribuyeron
al estudio de Marte fueron G. Cassini (calculó en 1666 la rotación del planeta
en 24 horas y 40 minutos y en 1672 dedujo la existencia de una atmósfera en el
planeta), W. Herschel (descubrió la oblicuidad del eje de rotación de Marte y
observó nubes marcianas), y J. Schroeter.
En 1837 los astrónomos alemanes Beer y Mädler
publicaron el primer mapamundi de Marte, con datos obtenidos de sus
observaciones telescópicas, al que seguirían los del británico Dawes a partir
de 1852.
El año 1877 presentó una posición muy cercana a la
Tierra, y fue un año clave para los estudios de Marte. El astrónomo
estadounidense A. Hall descubrió los satélites Fobos y Deimos, mientras el astrónomo italiano G.
Schiaparelli se dedicó a cartografiar cuidadosamente Marte; en efecto, hoy en
día, se usa la nomenclatura inventada por él para los nombres de las regiones
marcianas (Syrtis Major; Mare Tyrrhenum; Solis Lacus, etc.). Schiaparelli
también creyó observar unas líneas finas en Marte, a las cuales bautizó como canali.
El problema fue que esta palabra se tradujo al inglés como "canals",
palabra que implica algo artificial.
Esta última palabra despertó la imaginación de mucha
gente, especialmente del astrónomo C. Flammarion y del aristócrata P.
Lowell. Ellos se dedicaron a especular con que había vida en Marte (los marcianos).
Lowell estaba tan entusiasmado con esta idea que se construyó en 1894 su propio
observatorio en Flagstaff, Arizona, para estudiar al planeta Marte. Sus
observaciones lo convencieron de que no sólo había vida en Marte, sino que esa
vida era inteligente: Marte era un planeta que se estaba secando, y una sabia y
antigua civilización marciana había construido esos canales para drenar agua de
los casquetes polares y enviarla hacia las sedientas ciudades. Con el paso del
tiempo, el furor de los canales marcianos se fue disipando, ya que muchos
astrónomos ni siquiera podían verlos; de hecho, los canales fueron una ilusión
óptica. Hacia los años 1950, ya casi nadie creía en civilizaciones marcianas,
pero muchos estaban convencidos de que sí que había vida en Marte en forma de
musgos y líquenes primitivos, hecho que se puso en duda al ser Marte visitado
por primera vez por una nave espacial en 1965.
Exploración
Véase
también: Exploración de Marte.
La primera sonda en visitar Marte fue la soviética Marsnik 1,
que pasó a 193,000 km de Marte el 19 de junio de 1963, sin conseguir enviar
información.
Mars Global
Surveyor.
La Mariner 4 en 1965 sería la primera en transmitir desde sus cercanías. Junto a
las Mariner
6 y 7 que llegaron a Marte en 1969 sólo consiguieron observar un Marte lleno de cráteres y
parecido a la Luna.
Fue el Mariner
9 la primera sonda que consiguió situarse en órbita marciana. Realizó
observaciones en medio de una espectacular tormenta de polvo y fue la primera
en atisbar un Marte con canales que parecían redes hídricas, vapor de agua en
la atmósfera, y que sugería un pasado de Marte diferente. La primera nave en
aterrizar y transmitir desde Marte es la soviética Marsnik 3, que
tocó la superficie a 45°S y 158°O a las 13:50:35 GMT del 2 de diciembre de 1971,
si bien poco después se estropearía. Posteriormente lo harían las Viking 1 y Viking 2 en 1976. La NASA concluyó
como negativos el resultado de sus experimentos biológicos. Sin embargo, en 2007 un médico del Hospital
Neuropsiquiátrico Borda en Buenos
Aires, Argentina
concluyó que los experimentos de las Viking I y Viking 2 fueron consistentes
con la presencia de vida microbiana en la superficie del planeta, y propuso una
taxonomía que acomodaría la existencia de este supuesto organismo marciano.32
Esta taxonomía propuesta, no es reconocida por los expertos en la materia.
El 4 de julio de 1997 la Mars Pathfinder aterrizó con pleno éxito en Marte y
probó que era posible que un pequeño robot se pasease por el planeta. En 2004 una misión
científicamente más ambiciosa llevó a dos robots Spirit y Opportunity
que aterrizaron en dos zonas de Marte diametralmente opuestas para analizar las
rocas en busca de agua, encontrando indicios de un antiguo mar o lago salado.
La Agencia Espacial Europea (ESA) lanzó la sonda Mars
Express en junio de
2003 que actualmente orbita en Marte. A este último satélite artificial de
Marte se le suma la nave de la NASA Mars
Odyssey, en órbita alrededor de Marte desde octubre de 2001. La NASA lanzó el 12 de
agosto de 2005 la sonda Mars Reconnaissance Orbiter, que llegó
a la órbita de Marte el 10 de marzo de 2006 y tiene como
objetivos principales la búsqueda de agua pasada o presente y el estudio del
clima.
En 25 de mayo de 2008, la sonda Phoenix
aterrizó cerca del polo norte de Marte; su objetivo primario fue desplegar su
brazo robótico y hacer prospecciones a diferentes profundidades para examinar
el subsuelo, determinar si hubo o pudo haber vida en
Marte, caracterizar el clima de Marte, estudio de la geología de Marte, y efectuar
estudios de la historia geológica del agua, factor clave para
descifrar el pasado de los cambios climáticos del planeta.
El 26 de noviembre de 2011 fue lanzada la Mars Science
Laboratory (abreviada MSL), conocida como Curiosity. Se trata de una misión espacial
que incluye un astromóvil de exploración marciana dirigida por la NASA y que se
centra en colocar sobre la superficie marciana un vehículo explorador de tipo
rover. Este vehículo será tres veces más pesado y dos veces más grande que los
vehículos utilizados en la misión Mars Exploration Rover, que aterrizaron sobre
Marte en el año 2004, y portará los intrumentos científicos más avanzados. La
comunidad internacional proporcionará algunos de estos instrumentos, y se tiene
planeado lanzarlo a través de un cohete Atlas V 541. Una vez aterrizado, el
rover tomará docenas de muestras de suelo y polvo rocoso marciano para su
análisis. La duración de la misión será de 1 año marciano (1,88 años
terrestres), y con un rango de exploración superior a los enviados anteriormente,
investigará la capacidad pasada y presente de Marte para alojar vida.
El día 6 de agosto de 2012, ocho meses después de su
lanzamiento, el Curiosity aterrizó en la superficie de Marte, concretamente
en el cráter Gale, tras pasar por los denominados "7
minutos del pánico", periodo de tiempo durante el cual el Curiosity
atravesó la atmósfera de Marte y durante los cuales el equipo técnico encargado
de supervisar el viaje no pudo hacer nada, debido al retraso de 14 minutos
experimentado por las señales emitidas por el rover antes de llegar a la Tierra
desde Marte.[cita requerida]
Meteoritos
En 2008, la NASA mantiene un catálogo de 57 meteoritos considerados
provenientes de Marte y recuperados en varios países.33
Estos meteoritos son extremadamente valiosos ya que son las únicas muestras
físicas de Marte disponibles para analizar. Los tres meteoritos listados a
continuación, exhiben características que algunos investigadores consideran
tener indicios de posibles moléculas orgánicas naturales o probables fósiles
microscópicos:
Meteorito ALH84001
Imagen
obtenida por un microscopio electrónico de estructuras minerales en el interior
del meteorito ALH84001.
El meteorito ALH84001 fue encontrado en la Antártida
en diciembre de 1984 por un grupo de investigadores del proyecto ANSMET; el
meteorito pesa 1,93 kg.34
Algunos investigadores asumen que las formas regulares podrían ser
microorganismos fosilizados,
similares a los nanobios
o nanobacterias.29
30
31
También se le ha detectado contenido de cierta magnetita
que, en la Tierra, solamente se le encuentra en relación con ciertos
microorganismos.35
Meteorito Nakhla
Meteorito
Nakhla.
El meteorito Nakhla, proveniente
de Marte, cayó en la Tierra en 28 de junio de 1911, aproximadamente a las 09:00
AM en la localidad de Nakhla, Alejandría,
Egipto.36
37
Un equipo de la NASA, de la división de
'Johnson Space Center', obtuvo una pequeña muestra de este meteorito en marzo
de 1998, la cual fue analizada por medio de microscopía óptica y un microscopio electrónico y otras técnicas
para determinar su contenido; los investigadores observaron partículas
esféricas de tamaño homogéneo.38
Así mismo, realizaron análisis mediante cromatografía de gases y espectrometría de masas, (GC-MS) para
estudiar los hidrocarburos aromáticos de alto peso
molecular. Además, se identificaron en el interior "estructuras celulares
y secreciones exopolimericas". Los científicos de la NASA concluyeron que
"al menos un 75% del material orgánico no puede ser contaminación
terrestre."39
35
Esto causó interés adicional por lo que en 2006, la
NASA pidió una muestra más grande del meteorito Nakhla al Museo de Historia
Natural de Londres. En este segundo espécimen, se observó un alto contenido de carbón en
forma de ramificaciónes. Al publicarse las imágenes respectivas en 2006, se
abrió un debate por parte de unos investigadores independientes que consideran
la posibilidad de que el carbón sea de origen biológico. Sin embargo, otros
investigadores han recalcado que el carbón es el cuarto elemento más abundante
del Universo,
por lo que encontrarlo en curiosas formas o patrones, no sugiere la posibilidad
de origen biológico.40
41
Meteorito Shergotty
El meteorito Shergotty, de
origen marciano y con masa de 4 kg, cayó en Shergotty, India en agosto 25 de
1865, donde testigos
lo recuperaron inmediatamente.42
Éste meteorito está compuesto de piroxeno y se calcula fue formado en Marte hace 165 millones
de años y fue expuesto y transformado por agua líquida por muchos años. Ciertas
características de este meteorito sugieren la presencia de restos de membranas
o películas de posible origen biológico, pero la interpretación de sus formas
mineralizadas varía.35
Astronomía desde Marte
Observación del Sol
Puesta de
Sol observada desde la superficie de Marte por el Mars Exploration Rover:
Spirit en el cráter Gusev el 19 de mayo de 2005.
Visto desde Marte, el Sol tiene un diámetro
aparente de 21' (en lugar de 31,5' a 32,6' que tiene visto desde la Tierra).
Los científicos que manejaron al Spirit y Opportunity le hicieron observar una puesta solar. Se
pudo observar como desaparece oculto entre el polvo en suspensión
en la atmósfera.
Observación de los satélites
Órbitas de
Fobos y Deimos en torno a Marte
Marte tiene dos minúsculos satélites, dos peñascos de forma irregular, Fobos y Deimos. El primero mide 27 x 21 x 19 km y el segundo 15 x 12 x
11 km. Deimos gravita a
20.000 km de altitud y Fobos a
6.100 km. A pesar de
hallarse tan próximos, estos satélites sólo son visibles en el cielo marciano
como puntos luminosos muy brillantes. El brillo de Deimos puede ser comparable
al de Venus visto desde la Tierra; el de Fobos
es varias veces más intenso.
Fobos da una vuelta en torno a Marte en 7 h 39 min 14 s. Al ser su
revolución mucho más rápida que la rotación del planeta sobre sí
mismo, el satélite parece como si describiera un movimiento retrógrado: se le ve amanecer por
el Oeste y ponerse
por el Este. Deimos
invierte 30 h 17 min 55 s en recorrer su órbita. Su
revolución es, por consiguiente, un poco más duradera que la rotación del planeta, lo cual
hace que el satélite se mueva lentamente en el cielo: tarda 64 horas entre su
salida, por el Este y su puesta, por el Oeste. Lo más curioso es que durante
ese tiempo en que permanece visible, desarrolla dos veces el ciclo completo de sus fases.
Otra particularidad de esos satélites
es que, por gravitar en el plano ecuatorial del planeta y tan cerca de la
superficie de éste, son eternamente invisibles desde las regiones
polares: Deimos no puede ser visto desde más arriba del paralelo 82° y
Fobos desde las latitudes
de más de 69°. Dadas sus pequeñas dimensiones,
estas lunas minúsculas apenas pueden disipar las tinieblas de la noche
marciana, y ello durante cortos períodos, ya que, al gravitar tan cerca del
planeta y en órbitas ecuatoriales, pasan la mayor parte de la noche ocultos en
el cono de la sombra proyectada por el planeta, o sea sin ser iluminados por la
luz solar.
Se ha observado que Fobos sufre una aceleración
secular que lo acerca lentamente a la superficie del
planeta (tan lentamente que pueden transcurrir aún cien millones de años antes
de que se produzca su caída). Esta aceleración es producida por el efecto
de las mareas. También se plantea a los astrónomos
el problema de los orígenes de esos pequeños astros, ya que
ciertas razones se oponen a que sean asteroides
capturados y otras a que sean cuerpos formados en torno al planeta al mismo
tiempo que él. Además, Fobos presenta características que sugieren que este
satélite puede ser un fragmento separado de otro astro mayor.
Observación de los eclipses solares
Las cámaras de la nave Opportunity
captaron el 10 de marzo de 2004 el eclipse parcial
de Sol causado por el satélite Fobos. El satélite tapa una gran parte del Sol a
causa de que es más grande que Deimos y órbita mucho
más cerca de Marte. El eclipse de Deimos captado el 4 de marzo
de 2004 es
comparable a un tránsito de un planeta.
Observación de la Tierra
Vista desde Marte por los futuros astronautas, la
Tierra sería un magnífico lucero azulino y tan brillante como Júpiter, por lo menos durante los períodos
favorables (conjunciones inferiores de la Tierra), ya que nuestro globo
presentará, visto desde Marte, las mismas fases que Venus
vista desde la Tierra.
También, al igual que Venus y Mercurio, la Tierra es un astro
alternativamente matutino y vespertino. Con un telescopio
instalado en Marte podrían apreciarse el espectáculo resultante de la
conjugación de los movimientos de la Tierra y de la Luna, así como de la
combinación de las fases de ambos astros: paso de la media luna sobre la mitad
oscura del disco terrestre; paso del sistema Tierra-Luna ante el disco solar
durante los eclipses.
Tránsitos de la Tierra por el disco
solar
El 10
de noviembre de 2084
ocurrirá el próximo tránsito de la Tierra por el disco solar visto desde Marte. Estos tránsitos
se repiten aproximadamente cada 79 años. Los tránsitos de octubre-noviembre
ocurren cuando el planeta Marte está en oposición y cerca del nodo ascendente.
Los tránsitos de abril-mayo cuando está en el nodo descendente. El tránsito de 11 de mayo
de 1984 previsto por
J. Meeus sirvió de inspiración al escritor Arthur
C. Clarke para escribir Transit of Earth en el cual un astronauta
dejado solo en Marte describe el raro fenómeno astronómico poco antes de morir
debido a la falta de oxígeno.
Referencias culturales
Origen del nombre del planeta Marte
Marte era el dios romano de la guerra y su
equivalente griego se llamaba Ares. El color rojo del planeta Marte, relacionado con la
sangre, favoreció que se le considerara desde tiempos antiguos como un símbolo
del dios de la guerra. En ocasiones se hace referencia a Marte como el Planeta
Rojo. La estrella Antares, próxima a la eclíptica
en la constelación de Scorpio, recibe su nombre como rival (ant-) de Marte, por
ser sus brillos parecidos en algunos de sus acercamientos.
Presencia en la literatura
Además de la ya mencionada Transit of Earth,
existen numerosas referencias a Marte en la ciencia ficción, tales como:
- Crónicas Marcianas, de R. Bradbury, donde los humanos, cansados de las guerras y contaminación en la Tierra, deciden colonizar Marte;
- Homo Plus, de Frederik Pohl. Astronautas terrestres son genéticamente alterados para sobrevivir en la superficie hostil de Marte;
- Trilogía marciana: Marte Rojo, Marte Verde y Marte Azul, de Kim Stanley Robinson. Trilogía de novelas en las que se narra, de forma realista, la colonización y terraformación de Marte junto con las implicaciones tecnológicas, sociales y filosóficas que ello conlleva en la humanidad;
- Serie marciana: Una princesa de Marte, Los dioses de Marte, El guerrero de Marte, Thuvia, la virgen de Marte y El ajedrez vivo de Marte, de Edgar Rice Burroughs. El creador de Tarzán relata las aventuras de John Carter en el planeta Marte;
- Diversas novelas y relatos de Philip K. Dick tienen lugar en Marte, como Tiempo de Marte o Podemos recordarlo por usted al por mayor;
- Venus Prime 3: juego del escondite de Arthur C. Clarke. La acción se translada al planeta Marte y a su luna Phobos después de que la placa marciana localizada en la ciudad marciana de Labyrinth City fuera robada.